Señora Palo, me consta que tanto a usted como a mi nos encanta el paintblog del señor Alemany (pues si así no fuera este diálogo no existiría y, en caso de producirse, sería prueba irrefutable de que tanto usted como yo estamos como un cencerro).
Como usted también comprenderá, por lo que a mi respecta el señor Alemany puede disfrutar con la actividad que se le antoje; a mí lo que me interesa (y no era otro el sentido de mi comentario) es que siga golpeando pelotas impunemente con la elegante mala leche que le caracteriza. Porque yo, lo confieso, me lo paso muy bien gracias al paintblog del señor Alemany.
Señor Pellicer, comprendí perfectamente el sentido de su comentario, lo que ocurre es que lo aproveché para declararle una vez más mi admiración al señor Alemany.
Por cierto, permítame felicitarle desde aquí por sus dos últimos relatos, "Ángel" y "Perro". Al final también tendré que rendirme ante usted.
Señora Palo, no se rinda ante mí. No puedo consentirlo. Mejor seamos amigos.
Es más: pido oficialmente su mano en este momento. Si su respuesta es afirmativa, será necesario que nuestro admirado señor Alemany oficie los esponsales en este mismo paintblog, dada su condición de capitán del barco.
(Y seremos los primeros en casarnos en un blog, que yo sepa. ¡Imagine que exclusiva!)
Vaya, ¿Por qué tengo la sensación de que los demás frecuentadores de este sitio están un poco fuera de juego ante este fuego (¿fatuo?) cruzado? ¡Que se besen!
9 Comments:
Señor Alemany, a usted ¿por qué le gusta tanto el tenis?. ¿No será porque permite golpear pelotas impunemente, verdad?
Señor Pellicer, mientras el señor Alemany siga con su paintblog entre servicio y volea por mí como si le gusta el hockey bajo el agua.
Señora Palo, me consta que tanto a usted como a mi nos encanta el paintblog del señor Alemany (pues si así no fuera este diálogo no existiría y, en caso de producirse, sería prueba irrefutable de que tanto usted como yo estamos como un cencerro).
Como usted también comprenderá, por lo que a mi respecta el señor Alemany puede disfrutar con la actividad que se le antoje; a mí lo que me interesa (y no era otro el sentido de mi comentario) es que siga golpeando pelotas impunemente con la elegante mala leche que le caracteriza. Porque yo, lo confieso, me lo paso muy bien gracias al paintblog del señor Alemany.
Señor Pellicer, comprendí perfectamente el sentido de su comentario, lo que ocurre es que lo aproveché para declararle una vez más mi admiración al señor Alemany.
Por cierto, permítame felicitarle desde aquí por sus dos últimos relatos, "Ángel" y "Perro". Al final también tendré que rendirme ante usted.
Señora Palo, no se rinda ante mí. No puedo consentirlo. Mejor seamos amigos.
Es más: pido oficialmente su mano en este momento. Si su respuesta es afirmativa, será necesario que nuestro admirado señor Alemany oficie los esponsales en este mismo paintblog, dada su condición de capitán del barco.
(Y seremos los primeros en casarnos en un blog, que yo sepa. ¡Imagine que exclusiva!)
Señor Pellicer, mándeme un jpg con el anillo de pedida, que yo voy negociando con hola.com
Vaya, ¿Por qué tengo la sensación de que los demás frecuentadores de este sitio están un poco fuera de juego ante este fuego (¿fatuo?)
cruzado? ¡Que se besen!
Sr. Anónimo, no se ponga usted así. Si lo que quiere es una invitación para la boda, dígalo y ya está.
Sra. Palo, el Sr. Anónimo tiene razón: no debemos abrumar a los demás con nuestra felicidad.
Pronto la visitaré en la intimidad de su hogar digital para hacerle entrega, rodilla en tierra, de su anillo de pedida.
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